Finalmente, la “novelesca” historia de desafectar o no a Daniel Darino de la Selección Uruguaya, tuvo su último “capitulo”. El técnico Vicecampeón de América quedó fuera de la posibilidad de dirigir a Uruguay en el Mundial de Brasil, y en su lugar fue nombrado el actual D.T. de Nacional Gustavo Sánchez.
Personalmente creemos que en este tema hay varias puntas por analizar. Más allá de Darino o Sánchez, fundamentalmente se perdió mucho tiempo en tomar la decisión. Mientras las demás selecciones se preparan para el Mundial, acá estuvimos casi 2 meses en “pausa” esperando la continuidad o no de Darino.
Por otro lado, a partir de la nominación de Gustavo Sánchez como nuevo técnico Celeste, se planteó la polémica por la conformación de la lista de jugadores para comenzar el nuevo proceso. De acuerdo a su idea de trabajo, Gustavo nominó jugadores que no estuvieron durante la anterior etapa, quedando fuera otros que integraron el grupo que logró el Vicecampeonato de América... y acá el lío!
Ahora nosotros decimos: Sánchez no tiene culpa de haber sido elegido como técnico de Uruguay, ni tiene culpa por tener un “gusto” diferente al de Darino para elegir los futbolistas. A su vez, los jugadores recientemente convocados para integrar el núcleo tampoco son culpables.
El otro tema que se discute es la situación de aquellos futbolistas que lograron el pasaje al Mundial, y que ahora quedarían fuera de “la banda celeste” en el torneo más importante de todos, que reclaman su “derecho” a estar, algo totalmente comprensible ya que fueron ellos quienes clasificaron a Uruguay.
En fin, todas las situaciones son entendibles y comprensibles, pero la decisión de “cambiar de timonel en el medio de la tormenta” es pura y exclusiva de los Dirigentes del Fútbol Sala.
Y lo que nos queda más claro es que todo esto le hace mucho mal al deporte, y sobre todo a la Selección Nacional, a menos de un mes para debutar en Brasil.
Simplemente un llamado a la reflexión... pensemos en el bien de todos, solamente pedimos mirar para adelante... por la Celeste.
Personalmente creemos que en este tema hay varias puntas por analizar. Más allá de Darino o Sánchez, fundamentalmente se perdió mucho tiempo en tomar la decisión. Mientras las demás selecciones se preparan para el Mundial, acá estuvimos casi 2 meses en “pausa” esperando la continuidad o no de Darino.
Por otro lado, a partir de la nominación de Gustavo Sánchez como nuevo técnico Celeste, se planteó la polémica por la conformación de la lista de jugadores para comenzar el nuevo proceso. De acuerdo a su idea de trabajo, Gustavo nominó jugadores que no estuvieron durante la anterior etapa, quedando fuera otros que integraron el grupo que logró el Vicecampeonato de América... y acá el lío!
Ahora nosotros decimos: Sánchez no tiene culpa de haber sido elegido como técnico de Uruguay, ni tiene culpa por tener un “gusto” diferente al de Darino para elegir los futbolistas. A su vez, los jugadores recientemente convocados para integrar el núcleo tampoco son culpables.
El otro tema que se discute es la situación de aquellos futbolistas que lograron el pasaje al Mundial, y que ahora quedarían fuera de “la banda celeste” en el torneo más importante de todos, que reclaman su “derecho” a estar, algo totalmente comprensible ya que fueron ellos quienes clasificaron a Uruguay.
En fin, todas las situaciones son entendibles y comprensibles, pero la decisión de “cambiar de timonel en el medio de la tormenta” es pura y exclusiva de los Dirigentes del Fútbol Sala.
Y lo que nos queda más claro es que todo esto le hace mucho mal al deporte, y sobre todo a la Selección Nacional, a menos de un mes para debutar en Brasil.
Simplemente un llamado a la reflexión... pensemos en el bien de todos, solamente pedimos mirar para adelante... por la Celeste.
Fernando Díaz
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